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Medicina
en la prensa y percepción pública de la actividad
científica. Convergencia entre oferta y demanda de información
Carmelo Polino*
María Eugenia Fazio*
1.
Introducción
El
lector medio argentino que todas las mañanas abre el diario puede
detener su mirada en noticias cuyo contenido, aceptando fronteras
difusas, se define como de ciencia y/o tecnología. Efectivamente,
durante los últimos años la prensa, pero también la televisión
o la radio, al igual que sucedió en otros países del mundo, han
registrado un incremento notable en su cobertura de la información
científica (ver, por ejemplo, M. Nisbett, B. Lewenstein, 2001;
o M. Bauer, et.al., 1995).
Las
noticias científicas se publican rutinariamente tanto en secciones
o suplementos especiales como en el cuerpo principal de los matutinos
más importantes del país. El periodismo las rotula, alternativamente,
como "ciencia y tecnología", "ciencia y salud",
"medicina y tecnología" y otras variantes según el énfasis
o la estructura periodística que esté por detrás de la edición
de dichos contenidos. Del mismo modo, también los periodistas
publican corrientemente otras noticias que pese a que nadie tildaría
de divulgación o periodismo científico, están teñidas de conocimiento
científico-tecnológico. La consecuencia es que, aún sin proponérselo,
ciento de miles de usuarios de los medios de comunicación se enfrentan
todos los días a discursos que involucran el saber especializado
y las prácticas de la ciencia y la tecnología. Un lector consciente
de esta situación podría caer en la cuenta de que está emulando
la experiencia que relata Bruno Latour (1993) en Nunca hemos
sido modernos cuando describe la hibridación entre tecnociencia,
política y economía a través del relato de una simple inspección
a la edición de un periódico. La ciencia y la tecnología, en efecto,
han configurado un fenómeno de presencia horizontal en la agenda
periodística moderna.
La
televisión, el diario y la radio, en ese orden, además constituyen,
por fuera de la enseñanza reglada, las principales vías de acceso
de la información científica al conjunto social. La expansión
y penetración del sistema de medios a escala planetaria, reconfiguró
el espacio de la opinión pública y, en este sentido, transformó
al periodismo en una instancia decisiva para la puesta en disponibilidad
del conocimiento científico dirigido al público masivo y, consecuentemente,
para acercar a los científicos a la sociedad. Esto se explicita
en la recurrente (pero no por eso menos conflictiva) metáfora
que señala a los medios de comunicación social como puentes de
la ciencia para llegar a la sociedad. (1) Dorothy Nelkin
(1990) argumenta, quizá en extremo, pero ilustrativamente, que
para la mayoría de la población la realidad de la ciencia es lo
que se lee en la prensa. Según Nelkin observa, el público comprende
la ciencia menos a través de la experiencia directa o la educación
recibida, que a través de los filtros del imaginario y el lenguaje
periodístico. Acertadamente, la autora está señalando que para
la inmensa mayoría de la sociedad la ciencia es una experiencia
mediatizada por el discurso de los profesionales de la comunicación.
La
información que más se destaca en la oferta periodística sobre
ciencia y tecnología refiere, ampliamente hablando, a los temas
de medicina y salud. Las expectativas de la audiencia sobre
la materia son claramente visibles. No escapa a nadie que la información
médica tiene una muy alta valoración entre el público debido a
su capacidad intrínseca de interpelar la vida cotidiana de las
personas. De hecho, no debería sorprender que la preocupación
por la salud haya transformado a este "gran eje de análisis"
(donde confluyen disciplinas diversas, desde la biología, la farmacia
y la química, hasta la psicología y la educación) en un protagonista
indiscutido de la divulgación científica a partir de mediados
del siglo XIX y, con el tiempo, consecuentemente, del periodismo
especializado en ciencias. La salud forma parte tanto del interés
que cualquier ser humano tiene por la vida misma, como del provecho
pragmático que el conocimiento aporta al respecto para la prevención
y la solución de muchos problemas que enfrentan a diario las personas.
Existe
en este punto una clara convergencia entre las expectativas de
la sociedad en lo que refiere a la salud -tanto en función de
los avances médicos y tecnológicos que la ciencia ofrece como
mejora de la calidad de vida, como en la preocupación e incertidumbre
social que ciertas líneas de investigación o proyectos científico-tecnológicos
en desarrollo suscitan- y la agenda que el periodismo construye
para satisfacer dicha demanda de información y contenidos. En
este trabajo presentamos algunas evidencias sobre dicha convergencia
a partir de resultados de investigaciones empíricas sobre percepción
pública de la ciencia, por un lado y, por otro, sobre cobertura
de la medicina y la salud en la prensa escrita. Dejamos de lado,
sin embargo, un análisis centrado en la calidad y en la recepción
de los contenidos presentados por el periodismo al público.
2.
La medicina y la salud en la agenda mediática
Los
temas de medicina y salud pueblan el imaginario social de una
forma absolutamente destacada. Resulta interesante constatar al
respecto que las propias formulaciones tempranas de la teoría
de las representaciones sociales en el campo de la psicología
social ponían su foco de atención en el ámbito de la salud (ver,
por ejemplo, Denis Jodelet, 1986). Las encuestas de percepción
pública de la ciencia que se realizan en el mundo también constituyen
una documentada evidencia empírica para evaluar el lugar de la
medicina y la salud en el imaginario social. (2) Aquellas dimensiones
de las prácticas científicas y el desarrollo tecnológico que involucran
directamente a la salud de la población (por ejemplo, la creación
de nuevos fármacos), y también aquellas otras que tienen una vinculación
más mediada o indirecta (la aplicación de pesticidas en la agricultura)
tienen una alta atención en términos de expectativas, interés
informativo, y también incertidumbre social.
Aún
con las consideraciones críticas que saltan a la vista cuando
la ciencia se ve implicada en la esfera pública en discusiones
que involucran valores morales o la ética, en términos globales
existe una representación social de la idea de ciencia que rescata
un papel benéfico y profundamente transformador de la calidad
de vida de la humanidad. Una encuesta metodológica realizada en
Argentina, Brasil, España y Uruguay da cuenta de este fenómeno,
similar al que también ocurre en otros países que han realizado
encuestas de percepción pública de la ciencia (Gráfico 1).
Gráfico
1

Fuente:
Encuesta metodológica RICYT/OEI (2002).
Esta
imagen pública que asocia fuertemente a la ciencia con la mejora
de la calidad de vida está atravesada ciertamente por los avances
médicos y las mejoras que la medicina ha posibilitado para un
amplio margen de la población mundial en términos de diagnóstico,
prevención, tratamiento y cura de enfermedades.
Otro
ejemplo ilustrativo del peso de la salud puede verse de forma
comparativa tomando las sociedades de tres países que difieren
en lo que respecta a las trayectorias de sus estructuras tecnológicas
y productivas, como Argentina, España y Rusia, pero en los cuales
la población comparte, según las encuestas de percepción realizadas
recientemente, una preocupación central por la salud en el orden
de prioridades que deberían orientar principalmente la agenda
de la investigación científica y el desarrollo tecnológico del
futuro. La salud está en un primer plano entre las áreas donde
tendría que haber mayores recursos de gestión, financieros y humanos
en la agenda futura de los tres países. La salud se destaca de
esta forma incluso antes que otras actividades o prioridades también
claramente visibles y de beneficio social y económico para la
población, como la producción del campo, el medio ambiente, o
las nuevas fuentes de energía (Gráfico 2).

Fuente:
elaboración propia en base a datos de SECYT (Argentina, 2003);
FECYT, (España, 2003) y BRITISH COUNCIL RUSSIA, (Rusia, 2003).
Nota: El "0" indica que dicha categoría de respuesta
no estaba contemplada en la encuesta.
La
salud, constituida en relevancia prioritaria para la sociedad,
alimenta la construcción de los "hechos noticiables"
en las agendas periodísticas. La fuerte presencia de la salud
en las secciones de ciencia y en el cuerpo principal de los medios
más importantes responde en primera instancia a la necesidad de
los editores periodísticos de satisfacer demandas de audiencia.
Pero, al mismo tiempo, el acto de instalar el tema en la opinión
pública lleva aparejado como consecuencia una retroalimentación
de las expectativas del público al respecto. Dicho en otros términos,
la configuración de "agendas setting" (3) periodísticas
que terminan por imponer socialmente el tema a través de una sedimentación
de contenidos sostenida en el tiempo. En este sentido, los medios
de comunicación, al describir la realidad externa, también inciden
sobre las categorías de organización a partir de las cuales el
destinatario jerarquiza, ordena y comprende el ambiente social
en el cual se desempeña. La prensa cumple, en este sentido, un
papel doble: construye representaciones sociales y, al mismo tiempo,
distribuye imágenes socialmente construidas. Teun Van Dijk (1996,
p.174) expresa que los medios de comunicación y sus discursos
han pasado a tener un papel decisivo en las sociedades contemporáneas
en la transmisión de representaciones sociales: "ya sea a
través del periódico o de la televisión, el discurso de las noticias
influye en el contenido y los principios fundamentales de nuestros
conocimientos y (otras) representaciones sociales."
Los
resultados preliminares de un estudio cuantitativo(4) que
recientemente se realizó en el Centro REDES de Argentina sobre
las noticias científicas en la prensa argentina, ponen de manifiesto
que medicina y salud son las temáticas predominantes en los tres
diarios de mayor tirada nacional, Clarín, La Nación
y Página12. Esta información surge a partir de un criterio
flexible de agrupación de las noticias según áreas del conocimiento,
siguiendo como modelo la distribución disciplinar establecida
en relación al Programa de Incentivos Docentes del Ministerio
de Educación de la Nación. (5)
El
diario La Nación es el que otorga el mayor peso a la cobertura
de la información médica, tal como denota el nombre específico
de la sección diaria "Ciencia y Salud". Durante el período
analizado produjo la gran mayoría de las noticias en esta última
área (70%), mientras que el 30% restante se distribuyó entre biología,
astronomía e informática, y luego arqueología, física, antropología,
meteorología y paleontología (Gráfico 3).
Gráfico
3

Fuente:
elaboración propia. Proyecto "Indicadores de Percepción Pública,
Cultura Científica y Participación Ciudadana".
El
diario Clarín, por su parte, publica regularmente las noticias
científicas en la sección "Sociedad", desde que en el
año 1997 reformulara el suplemento de ciencia convirtiéndolo en
uno de informática. Este medio, para el mismo período, dedicó
la mitad de las notas registradas a los temas de medicina, mientras
que el resto correspondió a las áreas de informática, arqueología,
biología, astronomía, antropología, física, paleontología y meteorología
(Gráfico 4). Por último, también en Página/12 (con un suplemento
semanal y noticias en el cuerpo principal del diario) las noticias
científicas más difundidas corresponden a los temas de medicina
y salud (42%), seguidas de informática y físicas, astronomía y
biología (Gráfico 5).
Gráfico
4

Fuente:
elaboración propia. Proyecto "Indicadores de Percepción Pública,
Cultura Científica y Participación Ciudadana".
Otros
estudios sobre comunicación científica dan cuenta de una importancia
similar para los temas de medicina y salud en la agenda del periodismo
de algunos de los países de la región. El informe de indicadores
del estado de Sao Paulo, Brasil, publicado por FAPESP (2002) incorpora
un análisis sobre la presencia de la información científica en
los cinco principales medios de comunicación de dicho estado brasileño.(6)
En el año 2000, y aún a costa de ciertas diferencias en el tipo
de noticia que privilegió cada diario, las ciencias de la vida
(agrarias, biológicas, molecular, salud, genética y medio ambiente)
ocuparon en promedio casi el 38% del espacio total dedicado a
la ciencia y la tecnología. En México también se realizó un estudio
sobre la cobertura de la información científica en los medios
de comunicación (CONACYT, 2002), como parte de un proyecto estratégico
para la definición de una política de divulgación científica y
tecnológica. La investigación permite observar que cuatro de cada
diez notas científicas de los principales diarios de circulación
nacional de dicho país(7) corresponde al área de las ciencias
de la salud -biomédicas, medicina, farmacia, nutrición, salud
pública, etcétera. (Tabla 1)
Tabla.
1 Distribución de notas según el tema o área del conocimiento.
Tema
o área del conocimiento |
Número
de notas |
% del
total |
TOTAL |
1,067 |
100.00 |
Ciencias
de la salud |
427 |
40.00 |
Ciencias
naturales y exactas |
224 |
21.00 |
Ingeniería
y tecnología |
199 |
18.70 |
Ciencias
y tecnología en general |
135 |
12.70 |
Ciencias
sociales y administrativas |
58 |
5.40 |
Ciencias
agropecuarias |
24 |
2.20 |
Fuente:
CONACYT, 2002.
Existen
otras investigaciones en el mundo que asimismo destacan la fuerte
impronta de la información médica en la configuración de la agenda
periodística especializada. Un estudio llevado a cabo en el Reino
Unido (I. Hargreaves, et. al., 2002) muestra que los contenidos
de la salud cubren más del 40% en promedio de las noticias registradas
en los principales medios de comunicación de la prensa gráfica,
los programas de televisión y la radio.(8) La medicina y
la salud también son los tópicos que mayor cobertura tienen en
los medios de comunicación de Sudáfrica, según sugiere una investigación
realizada en aquél país sobre contenidos publicados durante tres
meses del año 2002 (C. van Rooyen, 2002). Agrupando los temas
de biomedicina, Sida y nutrición, las notas de salud equivalen
a casi cuatro de cada diez de la cobertura total, por encima de
astronomía (14%), tecnología (12%) o medio ambiente (9%). (9)
3.
La comunicación de la complejidad
El
análisis de las percepciones sociales que reflejan confianza y
de aquellas otras que refieren a riesgos, incertidumbres, dilemas
éticos y controversias entre especialistas revelan la complejidad
del impacto que la ciencia y la tecnología, moldeando el mundo
moderno, tienen en términos de orientación de las sociedades.
Una atención a la cobertura de la comunicación científica masiva
devuelve, en este sentido, como imagen especular un reflejo de
dicha complejidad. Los medios de comunicación juegan un papel
decisivo en el despliegue de los aspectos polémicos ante los ojos
del público y, por lo tanto, en la configuración de aquél imaginario
que también filtra y contiene las ideas de peligro, desconfianza
y escepticismo vinculadas al avance científico.
Los
tres diarios más importantes de la Argentina La Nación,
Clarín y Página12- publican de forma asidua notas
en las que, más que un tema o una disciplina en particular, o
más que una visión desprovista de análisis crítico, predomina
un enfoque que se caracteriza por una complejidad intrínseca en
términos de lo que suponen para la construcción de opinión pública.
Es decir, son textos que presentan una mirada interdisciplinaria
y multifactorial de los acontecimientos. En particular, es común
encontrar este tipo de construcción en las notas sobre medicina
y la salud. Los siguientes ejemplos ilustran el abordaje al cual
hacemos referencia:
"EE.UU.:
apoyo para avanzar con la clonación terapéutica" (Clarín,
7-05-02, Sociedad)
"La
pobreza y el SIDA tienen como principales víctimas a los niños".
La expectativa de vida cayó entre 18 y 23 años en los países más
afectados, en especial en África, según un estudio de Unicef preparado
para el Foro de la Infancia, que empieza esta semana. (Página12,
06-05-02)
"La
salud reproductiva quedó sin lugar en la cumbre por la niñez".
La Unión Europea finalmente cedió a las presiones de Estados Unidos.
La pena de muerte, el aborto y la salud reproductiva fueron excluidos
al final del debate por los niños en la ONU. Protestas de las
ONG. (Página 12, 11-05-02)
Infancia,
pobreza y bajo desarrollo mental (Pagina 12, 18-05-02)
"Permiso
al clon humano". Conceden una patente por error (Página
12, 18-05-02)
"El
derecho al buen morir". La legalización de la eutanasia en
Holanda actualizó la discusión sobre la paliación de prácticas
médicas que confrontan derechos humanos esenciales como el de
la preservación de la vida y la autonomía al decidir. (Clarín,
24-05-01, Opinión)
Misiones,
zona de riesgo. Con un tercio de los casos de dengue del país,
la provincia se agita entre la confusión, las demoras y la incertidumbre
(La Nación, 17-05-00)
"Estados
Unidos dice que el Sida es una amenaza a su seguridad" (Clarín,
2-05-00, Sociedad)
Terrorismo
electrónico. (La Nación, 17-05-00)
Alimentos
siglo XXI ¿Son dañinos los transgénicos; es decir, aquellos a
los que se les agrega o se les inhibe un gen? Un grupo de científicos
reunido en Buenos Aires aseguró que no. (La Nación, 24-05-00)
Cromo
y sulfuro en niveles altísimos. Contaminación: los pobladores
de la localidad santafecina presentan cantidad de ese metal varias
veces superior a la media. (La Nación, 25-05-00)
En
Europa no se detiene el "mal de la vaca loca". Los organismos
técnicos no se ponen de acuerdo con las medidas preventivas.
(La Nación, 27-05-00)
Día
Internacional del Asma. Misterios de un mal en aumento. ¿Se debe
a la predisposición genética o a causas ambientales? Los especialistas
no coinciden. (La Nación, 03-05-00)
La
ciencia y la tecnología, es sabido, experimentan cambios profundos,
lo cual modifica la naturaleza de las interacciones con la sociedad.
Además, en tanto la comunicación científica se inscribe por excelencia
en el espacio de las relaciones ciencia, tecnología y sociedad
(CTS), es pertinente pensar que, como reflejo de ellas, la mutación
periodística tiende a la incorporación de la complejidad como
cualidad propia. En última instancia, significa un proceso de
modificación de la esfera de las prácticas de la comunicación
social de la ciencia. Si la historia del periodismo científico
se había escrito a partir de contar el descubrimiento,
a través de una imagen de la ciencia como actividad sagrada, impoluta
e inaccesible para el común de los mortales, en la actualidad
los profesionales de la comunicación van subordinando la idea
del descubrimiento como noticia a un universo cualitativamente
más rico y acaso más cercano a las prácticas del periodismo de
investigación. Se aprecian de esta forma variaciones en las estrategias
discursivas, en las temáticas, en la búsqueda de fuentes y hasta
en la capacidad de impacto que tiene la prensa sobre la opinión
pública.
La
cobertura de la complejidad está suponiendo además un lento proceso
de maduración y profesionalización para el periodismo científico
en la Argentina, fenómeno que también se advierte en otros países
de la región. Desde el punto de vista de la salud en particular,
el periodismo cuenta además con una alta valoración del tema por
parte de la audiencia, pero también grandes exigencias respecto
a la calidad de los contenidos presentados. Este último punto
es especialmente delicado y forma parte de la agenda de reflexión
de investigadores de la comunicación y periodistas: el aumento
en la cantidad del contenido científico en los medios de comunicación,
así como un mejoramiento cualitativo del enfoque de las noticias,
no supone aceptar un incremento a la par en la calidad de la información
brindada. Este comienza a ser además el punto de partida desde
donde evaluar los contenidos de la comunicación científica y su
vinculación con las actitudes del público ante la ciencia y la
tecnología y, de forma más amplia, la cobertura de la información
científica y su relación con la construcción de cultura científica
en la sociedad.
Notas
1)
La metáfora que define a la comunicación científica como un puente
entre la ciencia y la sociedad practica una escisión tajante entre
una supuesta "ciencia" y una "sociedad" ajena
al dominio de aquélla primera. La comunicación, entonces, se concibe
como una práctica para unir las márgenes opuestas. El efecto indeseado
de esta caracterización es sellar un modelo de comunicación social
de la ciencia lineal y jerárquico, incapaz de pensar la ciencia
como factor dinámico y aglutinante de la cultura y, al mismo tiempo,
condicionado por las prácticas culturales de las sociedades. Una
evaluación crítica a la metáfora del puente puede leerse en C.
Polino (2001).
2)
Encuestas masivas como el Eurobarómetro de la Unión Europea (que
también realizó una incluso entre los países que recientemente
se sumaron al bloque europeo de naciones); aquellas llevadas a
cabo por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos,
o bien Rusia (British Council Russia, 2003); así como las
realizadas en la región iberoamericana en países como Argentina
(SECYT, 2003); Colombia (Colciencias, 2004), España (FECYT, 2003,
2004); México (CONACYT, 1997, 2001, 2003); Panamá (2001); o Venezuela
(MCT, 2004).
3)
La hipótesis de la "agenda setting" fue desarrollada
en el terreno de los estudios de comunicación a principios de
los años ´60 en el marco de una reacción a corrientes de investigaciones
centradas en los efectos de los medios a corto plazo (consideradas
teóricamente distorsivas al intentar describir la naturaleza y
el accionar de los medios y, en este sentido, ideológicas). Por
el contrario, la perspectiva de la "agenda setting"
se planteó como un análisis de la comunicación desde un punto
de vista de los efectos de largo plazo. E. Shaw (1979)
describía el ámbito de desempeño de la "agenda setting"
de la siguiente forma: "como consecuencia de la acción de
los periódicos, de la televisión y de los demás medios de información,
el público es consciente o ignora, presta atención o descuida,
enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios
públicos. La gente tiende a incluir o a excluir de sus propios
conocimientos los que los media incluyen o excluyen de su propio
contenido. El público además tiende a asignar a lo que incluye
una importancia que refleja el énfasis atribuido por los mass
media a los acontecimientos, a los problemas, a las personas."
4) El estudio se llevó a cabo en el contexto del proyecto "Indicadores
de Percepción Pública, Cultura Científica y Participación Ciudadana"
de la RICYT y la OEI, a través de una pasantía que Victoria Castro
(alumna de postgrado de la Maestría en Política y Gestión de la
Ciencia y la Tecnología del Centro de Estudios Avanzados de la
Universidad de Buenos Aires CEA/UBA-) realizó bajo la dirección
de Mario Albornoz, director del Centro REDES, y la supervisión
de Carmelo Polino, investigador asociado al proyecto. La primera
etapa del trabajo consistió en la recolección de la información
de ciencia y tecnología publicada en las ediciones digitales de
los diarios La Nación, Clarín y Página12,
tomando como corte temporal el mes de mayo de los años 2000, 2001
y 2002.
5)
Sobre la base de esta clasificación se establecieron tres grandes
áreas: Ciencias Exactas, Ciencias de la Vida y Ciencias
Humanas y Sociales. Cada una de ellas, a su vez, puede desagregarse
en diferentes sub-áreas. Área Ciencias Exactas: Astronomía,
Física, Geofísica, Geología, Matemática, Oceanografía, Química,
Ing. Aeronáutica, Ing. Civil, Ing. de Comunicación electrónica
y control, Ing. Eléctrica, Ing. Industrial, Ing. Marina y Portuaria,
Ing. Mecánica, Ing. Minera, Ing. Nuclear, Ing. Petrolera, Ing.
Química, Ing. Textil. Área Ciencias de la Vida: Ciencias de la
Salud, Farmacia, Medicina, Odontología, Biología, Agronomía, Medicina
Veterinaria, Pesca, Zootecnia. Área Ciencias Humanas y Sociales:
Geografía, Arquitectura, Administración, Antropología, Biblioteconomía
y Archivonomía, Ciencia Política y Administración Pública, Contabilidad,
Demografía, Derecho y Jurisprudencia, Economía, Educación, Filosofía,
Historia, Sociología, Información, Lingüística, Literatura, Filología
y Bellas Artes, Psicología. La definición de áreas y sub-áreas
de información no debe entenderse en términos absolutos; las noticias
en los medios pueden presentarse como áreas temáticas diferentes
a las expuestas, solapadas e, incluso, no contenidas por éstas
(Victoria Castro, Informe de Pasantía, 2003).
6)
El estudio se realizó relevando las ediciones del mes de mayo
de los años 1989, 1995, 1999 y 2000 de los diarios Folha de
S. Paulo, O Estado de S. Paulo, Gazeta Mercantil,
Correio Popular y ValeParaibano.
7) La investigación tomó como marco de referencia las ediciones
comprendidas entre los días 19 de diciembre de 2001 y 19 de diciembre
de 2002 inclusive, para los siguientes diarios: Reforma,
Excelsior, La Jornada, El Financiero, El
Universal, Crónica y Milenio.
8)
Para la televisión, los autores escogieron los dos programas de
noticias de mayor audiencia, los noticieros de la mañana de la
BBC e ITV. En el caso de la prensa gráfica, se eligieron
los diarios The Guardian, The Daily Telegraph, Daily
Mail, The Sun, The Daily Mirror; y cuatro periódicos
que se editan los domingos, The Mail on Sunday, The
Sunday Times, News of the World, y The Observer.
En el caso de la radio, los autores se centraron en el programa
Today.
9)
Los diarios analizados fueron: Die Burger, Beeld,
Cape Argus, The Star y Sowetan. En la categoría
periódicos semanales se incluyeron City Press, Mail
& Guardian, Sunday Independent, Sunday Times,
Rapport y Business Day. Además, dos revistas, Finance
Week y Financial Mail. Por ultimo, dos diarios regionales:
Eikestadnuus y Sasolburg Bulletin.
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