Volume 1
Número 1

20 de dezembro de 2004
 
 * Edição atual    

          Medicina en la prensa y percepción pública de la actividad científica. Convergencia entre oferta y demanda de información

Carmelo Polino*
María Eugenia Fazio*

          1. Introducción

          El lector medio argentino que todas las mañanas abre el diario puede detener su mirada en noticias cuyo contenido, aceptando fronteras difusas, se define como de ciencia y/o tecnología. Efectivamente, durante los últimos años la prensa, pero también la televisión o la radio, al igual que sucedió en otros países del mundo, han registrado un incremento notable en su cobertura de la información científica (ver, por ejemplo, M. Nisbett, B. Lewenstein, 2001; o M. Bauer, et.al., 1995).

          Las noticias científicas se publican rutinariamente tanto en secciones o suplementos especiales como en el cuerpo principal de los matutinos más importantes del país. El periodismo las rotula, alternativamente, como "ciencia y tecnología", "ciencia y salud", "medicina y tecnología" y otras variantes según el énfasis o la estructura periodística que esté por detrás de la edición de dichos contenidos. Del mismo modo, también los periodistas publican corrientemente otras noticias que pese a que nadie tildaría de divulgación o periodismo científico, están teñidas de conocimiento científico-tecnológico. La consecuencia es que, aún sin proponérselo, ciento de miles de usuarios de los medios de comunicación se enfrentan todos los días a discursos que involucran el saber especializado y las prácticas de la ciencia y la tecnología. Un lector consciente de esta situación podría caer en la cuenta de que está emulando la experiencia que relata Bruno Latour (1993) en Nunca hemos sido modernos cuando describe la hibridación entre tecnociencia, política y economía a través del relato de una simple inspección a la edición de un periódico. La ciencia y la tecnología, en efecto, han configurado un fenómeno de presencia horizontal en la agenda periodística moderna.

          La televisión, el diario y la radio, en ese orden, además constituyen, por fuera de la enseñanza reglada, las principales vías de acceso de la información científica al conjunto social. La expansión y penetración del sistema de medios a escala planetaria, reconfiguró el espacio de la opinión pública y, en este sentido, transformó al periodismo en una instancia decisiva para la puesta en disponibilidad del conocimiento científico dirigido al público masivo y, consecuentemente, para acercar a los científicos a la sociedad. Esto se explicita en la recurrente (pero no por eso menos conflictiva) metáfora que señala a los medios de comunicación social como puentes de la ciencia para llegar a la sociedad.  (1) Dorothy Nelkin (1990) argumenta, quizá en extremo, pero ilustrativamente, que para la mayoría de la población la realidad de la ciencia es lo que se lee en la prensa. Según Nelkin observa, el público comprende la ciencia menos a través de la experiencia directa o la educación recibida, que a través de los filtros del imaginario y el lenguaje periodístico. Acertadamente, la autora está señalando que para la inmensa mayoría de la sociedad la ciencia es una experiencia mediatizada por el discurso de los profesionales de la comunicación.

          La información que más se destaca en la oferta periodística sobre ciencia y tecnología refiere, ampliamente hablando, a los temas de medicina y salud. Las expectativas de la audiencia sobre la materia son claramente visibles. No escapa a nadie que la información médica tiene una muy alta valoración entre el público debido a su capacidad intrínseca de interpelar la vida cotidiana de las personas. De hecho, no debería sorprender que la preocupación por la salud haya transformado a este "gran eje de análisis" (donde confluyen disciplinas diversas, desde la biología, la farmacia y la química, hasta la psicología y la educación) en un protagonista indiscutido de la divulgación científica a partir de mediados del siglo XIX y, con el tiempo, consecuentemente, del periodismo especializado en ciencias. La salud forma parte tanto del interés que cualquier ser humano tiene por la vida misma, como del provecho pragmático que el conocimiento aporta al respecto para la prevención y la solución de muchos problemas que enfrentan a diario las personas.

          Existe en este punto una clara convergencia entre las expectativas de la sociedad en lo que refiere a la salud -tanto en función de los avances médicos y tecnológicos que la ciencia ofrece como mejora de la calidad de vida, como en la preocupación e incertidumbre social que ciertas líneas de investigación o proyectos científico-tecnológicos en desarrollo suscitan- y la agenda que el periodismo construye para satisfacer dicha demanda de información y contenidos. En este trabajo presentamos algunas evidencias sobre dicha convergencia a partir de resultados de investigaciones empíricas sobre percepción pública de la ciencia, por un lado y, por otro, sobre cobertura de la medicina y la salud en la prensa escrita. Dejamos de lado, sin embargo, un análisis centrado en la calidad y en la recepción de los contenidos presentados por el periodismo al público.

          2. La medicina y la salud en la agenda mediática

          Los temas de medicina y salud pueblan el imaginario social de una forma absolutamente destacada. Resulta interesante constatar al respecto que las propias formulaciones tempranas de la teoría de las representaciones sociales en el campo de la psicología social ponían su foco de atención en el ámbito de la salud (ver, por ejemplo, Denis Jodelet, 1986). Las encuestas de percepción pública de la ciencia que se realizan en el mundo también constituyen una documentada evidencia empírica para evaluar el lugar de la medicina y la salud en el imaginario social. (2) Aquellas dimensiones de las prácticas científicas y el desarrollo tecnológico que involucran directamente a la salud de la población (por ejemplo, la creación de nuevos fármacos), y también aquellas otras que tienen una vinculación más mediada o indirecta (la aplicación de pesticidas en la agricultura) tienen una alta atención en términos de expectativas, interés informativo, y también incertidumbre social.

          Aún con las consideraciones críticas que saltan a la vista cuando la ciencia se ve implicada en la esfera pública en discusiones que involucran valores morales o la ética, en términos globales existe una representación social de la idea de ciencia que rescata un papel benéfico y profundamente transformador de la calidad de vida de la humanidad. Una encuesta metodológica realizada en Argentina, Brasil, España y Uruguay da cuenta de este fenómeno, similar al que también ocurre en otros países que han realizado encuestas de percepción pública de la ciencia (Gráfico 1).

          Gráfico 1

          Fuente: Encuesta metodológica RICYT/OEI (2002).

          Esta imagen pública que asocia fuertemente a la ciencia con la mejora de la calidad de vida está atravesada ciertamente por los avances médicos y las mejoras que la medicina ha posibilitado para un amplio margen de la población mundial en términos de diagnóstico, prevención, tratamiento y cura de enfermedades.

          Otro ejemplo ilustrativo del peso de la salud puede verse de forma comparativa tomando las sociedades de tres países que difieren en lo que respecta a las trayectorias de sus estructuras tecnológicas y productivas, como Argentina, España y Rusia, pero en los cuales la población comparte, según las encuestas de percepción realizadas recientemente, una preocupación central por la salud en el orden de prioridades que deberían orientar principalmente la agenda de la investigación científica y el desarrollo tecnológico del futuro. La salud está en un primer plano entre las áreas donde tendría que haber mayores recursos de gestión, financieros y humanos en la agenda futura de los tres países. La salud se destaca de esta forma incluso antes que otras actividades o prioridades también claramente visibles y de beneficio social y económico para la población, como la producción del campo, el medio ambiente, o las nuevas fuentes de energía (Gráfico 2).

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          Fuente: elaboración propia en base a datos de SECYT (Argentina, 2003); FECYT, (España, 2003) y BRITISH COUNCIL RUSSIA, (Rusia, 2003). Nota: El "0" indica que dicha categoría de respuesta no estaba contemplada en la encuesta.

          La salud, constituida en relevancia prioritaria para la sociedad, alimenta la construcción de los "hechos noticiables" en las agendas periodísticas. La fuerte presencia de la salud en las secciones de ciencia y en el cuerpo principal de los medios más importantes responde en primera instancia a la necesidad de los editores periodísticos de satisfacer demandas de audiencia. Pero, al mismo tiempo, el acto de instalar el tema en la opinión pública lleva aparejado como consecuencia una retroalimentación de las expectativas del público al respecto. Dicho en otros términos, la configuración de "agendas setting" (3) periodísticas que terminan por imponer socialmente el tema a través de una sedimentación de contenidos sostenida en el tiempo. En este sentido, los medios de comunicación, al describir la realidad externa, también inciden sobre las categorías de organización a partir de las cuales el destinatario jerarquiza, ordena y comprende el ambiente social en el cual se desempeña. La prensa cumple, en este sentido, un papel doble: construye representaciones sociales y, al mismo tiempo, distribuye imágenes socialmente construidas. Teun Van Dijk (1996, p.174) expresa que los medios de comunicación y sus discursos han pasado a tener un papel decisivo en las sociedades contemporáneas en la transmisión de representaciones sociales: "ya sea a través del periódico o de la televisión, el discurso de las noticias influye en el contenido y los principios fundamentales de nuestros conocimientos y (otras) representaciones sociales."

          Los resultados preliminares de un estudio cuantitativo(4)   que recientemente se realizó en el Centro REDES de Argentina sobre las noticias científicas en la prensa argentina, ponen de manifiesto que medicina y salud son las temáticas predominantes en los tres diarios de mayor tirada nacional, Clarín, La Nación y Página12. Esta información surge a partir de un criterio flexible de agrupación de las noticias según áreas del conocimiento, siguiendo como modelo la distribución disciplinar establecida en relación al Programa de Incentivos Docentes del Ministerio de Educación de la Nación. (5)

          El diario La Nación es el que otorga el mayor peso a la cobertura de la información médica, tal como denota el nombre específico de la sección diaria "Ciencia y Salud". Durante el período analizado produjo la gran mayoría de las noticias en esta última área (70%), mientras que el 30% restante se distribuyó entre biología, astronomía e informática, y luego arqueología, física, antropología, meteorología y paleontología (Gráfico 3).

          Gráfico 3

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          Fuente: elaboración propia. Proyecto "Indicadores de Percepción Pública, Cultura Científica y Participación Ciudadana".

          El diario Clarín, por su parte, publica regularmente las noticias científicas en la sección "Sociedad", desde que en el año 1997 reformulara el suplemento de ciencia convirtiéndolo en uno de informática. Este medio, para el mismo período, dedicó la mitad de las notas registradas a los temas de medicina, mientras que el resto correspondió a las áreas de informática, arqueología, biología, astronomía, antropología, física, paleontología y meteorología (Gráfico 4). Por último, también en Página/12 (con un suplemento semanal y noticias en el cuerpo principal del diario) las noticias científicas más difundidas corresponden a los temas de medicina y salud (42%), seguidas de informática y físicas, astronomía y biología (Gráfico 5).

          Gráfico 4

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          Fuente: elaboración propia. Proyecto "Indicadores de Percepción Pública, Cultura Científica y Participación Ciudadana".

          Otros estudios sobre comunicación científica dan cuenta de una importancia similar para los temas de medicina y salud en la agenda del periodismo de algunos de los países de la región. El informe de indicadores del estado de Sao Paulo, Brasil, publicado por FAPESP (2002) incorpora un análisis sobre la presencia de la información científica en los cinco principales medios de comunicación de dicho estado brasileño.(6)  En el año 2000, y aún a costa de ciertas diferencias en el tipo de noticia que privilegió cada diario, las ciencias de la vida (agrarias, biológicas, molecular, salud, genética y medio ambiente) ocuparon en promedio casi el 38% del espacio total dedicado a la ciencia y la tecnología. En México también se realizó un estudio sobre la cobertura de la información científica en los medios de comunicación (CONACYT, 2002), como parte de un proyecto estratégico para la definición de una política de divulgación científica y tecnológica. La investigación permite observar que cuatro de cada diez notas científicas de los principales diarios de circulación nacional de dicho país(7)  corresponde al área de las ciencias de la salud -biomédicas, medicina, farmacia, nutrición, salud pública, etcétera. (Tabla 1)

          Tabla. 1 Distribución de notas según el tema o área del conocimiento.

Tema o área del conocimiento

Número de notas

% del total

          TOTAL

1,067

100.00

          Ciencias de la salud

427

40.00

          Ciencias naturales y exactas

224

21.00

          Ingeniería y tecnología

199

18.70

          Ciencias y tecnología en general

135

12.70

          Ciencias sociales y administrativas

58

5.40

          Ciencias agropecuarias

24

2.20

          Fuente: CONACYT, 2002.

          Existen otras investigaciones en el mundo que asimismo destacan la fuerte impronta de la información médica en la configuración de la agenda periodística especializada. Un estudio llevado a cabo en el Reino Unido (I. Hargreaves, et. al., 2002) muestra que los contenidos de la salud cubren más del 40% en promedio de las noticias registradas en los principales medios de comunicación de la prensa gráfica, los programas de televisión y la radio.(8)  La medicina y la salud también son los tópicos que mayor cobertura tienen en los medios de comunicación de Sudáfrica, según sugiere una investigación realizada en aquél país sobre contenidos publicados durante tres meses del año 2002 (C. van Rooyen, 2002). Agrupando los temas de biomedicina, Sida y nutrición, las notas de salud equivalen a casi cuatro de cada diez de la cobertura total, por encima de astronomía (14%), tecnología (12%) o medio ambiente (9%). (9)

          3. La comunicación de la complejidad

          El análisis de las percepciones sociales que reflejan confianza y de aquellas otras que refieren a riesgos, incertidumbres, dilemas éticos y controversias entre especialistas revelan la complejidad del impacto que la ciencia y la tecnología, moldeando el mundo moderno, tienen en términos de orientación de las sociedades. Una atención a la cobertura de la comunicación científica masiva devuelve, en este sentido, como imagen especular un reflejo de dicha complejidad. Los medios de comunicación juegan un papel decisivo en el despliegue de los aspectos polémicos ante los ojos del público y, por lo tanto, en la configuración de aquél imaginario que también filtra y contiene las ideas de peligro, desconfianza y escepticismo vinculadas al avance científico.

          Los tres diarios más importantes de la Argentina –La Nación, Clarín y Página12- publican de forma asidua notas en las que, más que un tema o una disciplina en particular, o más que una visión desprovista de análisis crítico, predomina un enfoque que se caracteriza por una complejidad intrínseca en términos de lo que suponen para la construcción de opinión pública. Es decir, son textos que presentan una mirada interdisciplinaria y multifactorial de los acontecimientos. En particular, es común encontrar este tipo de construcción en las notas sobre medicina y la salud. Los siguientes ejemplos ilustran el abordaje al cual hacemos referencia:

          "EE.UU.: apoyo para avanzar con la clonación terapéutica" (Clarín, 7-05-02, Sociedad)

          "La pobreza y el SIDA tienen como principales víctimas a los niños". La expectativa de vida cayó entre 18 y 23 años en los países más afectados, en especial en África, según un estudio de Unicef preparado para el Foro de la Infancia, que empieza esta semana. (Página12, 06-05-02)

          "La salud reproductiva quedó sin lugar en la cumbre por la niñez". La Unión Europea finalmente cedió a las presiones de Estados Unidos. La pena de muerte, el aborto y la salud reproductiva fueron excluidos al final del debate por los niños en la ONU. Protestas de las ONG. (Página 12, 11-05-02)

          Infancia, pobreza y bajo desarrollo mental (Pagina 12, 18-05-02)

          "Permiso al clon humano". Conceden una patente por error (Página 12, 18-05-02)

          "El derecho al buen morir". La legalización de la eutanasia en Holanda actualizó la discusión sobre la paliación de prácticas médicas que confrontan derechos humanos esenciales como el de la preservación de la vida y la autonomía al decidir. (Clarín, 24-05-01, Opinión)

          Misiones, zona de riesgo. Con un tercio de los casos de dengue del país, la provincia se agita entre la confusión, las demoras y la incertidumbre (La Nación, 17-05-00)

          "Estados Unidos dice que el Sida es una amenaza a su seguridad" (Clarín, 2-05-00, Sociedad)

          Terrorismo electrónico. (La Nación, 17-05-00)

          Alimentos siglo XXI ¿Son dañinos los transgénicos; es decir, aquellos a los que se les agrega o se les inhibe un gen? Un grupo de científicos reunido en Buenos Aires aseguró que no. (La Nación, 24-05-00)

          Cromo y sulfuro en niveles altísimos. Contaminación: los pobladores de la localidad santafecina presentan cantidad de ese metal varias veces superior a la media. (La Nación, 25-05-00)

          En Europa no se detiene el "mal de la vaca loca". Los organismos técnicos no se ponen de acuerdo con las medidas preventivas. (La Nación, 27-05-00)

          Día Internacional del Asma. Misterios de un mal en aumento. ¿Se debe a la predisposición genética o a causas ambientales? Los especialistas no coinciden. (La Nación, 03-05-00)

          La ciencia y la tecnología, es sabido, experimentan cambios profundos, lo cual modifica la naturaleza de las interacciones con la sociedad. Además, en tanto la comunicación científica se inscribe por excelencia en el espacio de las relaciones ciencia, tecnología y sociedad (CTS), es pertinente pensar que, como reflejo de ellas, la mutación periodística tiende a la incorporación de la complejidad como cualidad propia. En última instancia, significa un proceso de modificación de la esfera de las prácticas de la comunicación social de la ciencia. Si la historia del periodismo científico se había escrito a partir de contar el descubrimiento, a través de una imagen de la ciencia como actividad sagrada, impoluta e inaccesible para el común de los mortales, en la actualidad los profesionales de la comunicación van subordinando la idea del descubrimiento como noticia a un universo cualitativamente más rico y acaso más cercano a las prácticas del periodismo de investigación. Se aprecian de esta forma variaciones en las estrategias discursivas, en las temáticas, en la búsqueda de fuentes y hasta en la capacidad de impacto que tiene la prensa sobre la opinión pública.

          La cobertura de la complejidad está suponiendo además un lento proceso de maduración y profesionalización para el periodismo científico en la Argentina, fenómeno que también se advierte en otros países de la región. Desde el punto de vista de la salud en particular, el periodismo cuenta además con una alta valoración del tema por parte de la audiencia, pero también grandes exigencias respecto a la calidad de los contenidos presentados. Este último punto es especialmente delicado y forma parte de la agenda de reflexión de investigadores de la comunicación y periodistas: el aumento en la cantidad del contenido científico en los medios de comunicación, así como un mejoramiento cualitativo del enfoque de las noticias, no supone aceptar un incremento a la par en la calidad de la información brindada. Este comienza a ser además el punto de partida desde donde evaluar los contenidos de la comunicación científica y su vinculación con las actitudes del público ante la ciencia y la tecnología y, de forma más amplia, la cobertura de la información científica y su relación con la construcción de cultura científica en la sociedad.

          Notas

          1) La metáfora que define a la comunicación científica como un puente entre la ciencia y la sociedad practica una escisión tajante entre una supuesta "ciencia" y una "sociedad" ajena al dominio de aquélla primera. La comunicación, entonces, se concibe como una práctica para unir las márgenes opuestas. El efecto indeseado de esta caracterización es sellar un modelo de comunicación social de la ciencia lineal y jerárquico, incapaz de pensar la ciencia como factor dinámico y aglutinante de la cultura y, al mismo tiempo, condicionado por las prácticas culturales de las sociedades. Una evaluación crítica a la metáfora del puente puede leerse en C. Polino (2001).

          2) Encuestas masivas como el Eurobarómetro de la Unión Europea (que también realizó una incluso entre los países que recientemente se sumaron al bloque europeo de naciones); aquellas llevadas a cabo por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos, o bien Rusia (British Council – Russia, 2003); así como las realizadas en la región iberoamericana en países como Argentina (SECYT, 2003); Colombia (Colciencias, 2004), España (FECYT, 2003, 2004); México (CONACYT, 1997, 2001, 2003); Panamá (2001); o Venezuela (MCT, 2004).

          3) La hipótesis de la "agenda setting" fue desarrollada en el terreno de los estudios de comunicación a principios de los años ´60 en el marco de una reacción a corrientes de investigaciones centradas en los efectos de los medios a corto plazo (consideradas teóricamente distorsivas al intentar describir la naturaleza y el accionar de los medios y, en este sentido, ideológicas). Por el contrario, la perspectiva de la "agenda setting" se planteó como un análisis de la comunicación desde un punto de vista de los efectos de largo plazo. E. Shaw (1979) describía el ámbito de desempeño de la "agenda setting" de la siguiente forma: "como consecuencia de la acción de los periódicos, de la televisión y de los demás medios de información, el público es consciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos. La gente tiende a incluir o a excluir de sus propios conocimientos los que los media incluyen o excluyen de su propio contenido. El público además tiende a asignar a lo que incluye una importancia que refleja el énfasis atribuido por los mass media a los acontecimientos, a los problemas, a las personas."

           4) El estudio se llevó a cabo en el contexto del proyecto "Indicadores de Percepción Pública, Cultura Científica y Participación Ciudadana" de la RICYT y la OEI, a través de una pasantía que Victoria Castro (alumna de postgrado de la Maestría en Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad de Buenos Aires –CEA/UBA-) realizó bajo la dirección de Mario Albornoz, director del Centro REDES, y la supervisión de Carmelo Polino, investigador asociado al proyecto. La primera etapa del trabajo consistió en la recolección de la información de ciencia y tecnología publicada en las ediciones digitales de los diarios La Nación, Clarín y Página12, tomando como corte temporal el mes de mayo de los años 2000, 2001 y 2002.

          5) Sobre la base de esta clasificación se establecieron tres grandes áreas: Ciencias Exactas, Ciencias de la Vida y Ciencias Humanas y Sociales. Cada una de ellas, a su vez, puede desagregarse en diferentes sub-áreas. Área Ciencias Exactas: Astronomía, Física, Geofísica, Geología, Matemática, Oceanografía, Química, Ing. Aeronáutica, Ing. Civil, Ing. de Comunicación electrónica y control, Ing. Eléctrica, Ing. Industrial, Ing. Marina y Portuaria, Ing. Mecánica, Ing. Minera, Ing. Nuclear, Ing. Petrolera, Ing. Química, Ing. Textil. Área Ciencias de la Vida: Ciencias de la Salud, Farmacia, Medicina, Odontología, Biología, Agronomía, Medicina Veterinaria, Pesca, Zootecnia. Área Ciencias Humanas y Sociales: Geografía, Arquitectura, Administración, Antropología, Biblioteconomía y Archivonomía, Ciencia Política y Administración Pública, Contabilidad, Demografía, Derecho y Jurisprudencia, Economía, Educación, Filosofía, Historia, Sociología, Información, Lingüística, Literatura, Filología y Bellas Artes, Psicología. La definición de áreas y sub-áreas de información no debe entenderse en términos absolutos; las noticias en los medios pueden presentarse como áreas temáticas diferentes a las expuestas, solapadas e, incluso, no contenidas por éstas (Victoria Castro, Informe de Pasantía, 2003).

          6) El estudio se realizó relevando las ediciones del mes de mayo de los años 1989, 1995, 1999 y 2000 de los diarios Folha de S. Paulo, O Estado de S. Paulo, Gazeta Mercantil, Correio Popular y ValeParaibano.

           7) La investigación tomó como marco de referencia las ediciones comprendidas entre los días 19 de diciembre de 2001 y 19 de diciembre de 2002 inclusive, para los siguientes diarios: Reforma, Excelsior, La Jornada, El Financiero, El Universal, Crónica y Milenio.

          8) Para la televisión, los autores escogieron los dos programas de noticias de mayor audiencia, los noticieros de la mañana de la BBC e ITV. En el caso de la prensa gráfica, se eligieron los diarios The Guardian, The Daily Telegraph, Daily Mail, The Sun, The Daily Mirror; y cuatro periódicos que se editan los domingos, The Mail on Sunday, The Sunday Times, News of the World, y The Observer. En el caso de la radio, los autores se centraron en el programa Today.

          9) Los diarios analizados fueron: Die Burger, Beeld, Cape Argus, The Star y Sowetan. En la categoría periódicos semanales se incluyeron City Press, Mail & Guardian, Sunday Independent, Sunday Times, Rapport y Business Day. Además, dos revistas, Finance Week y Financial Mail. Por ultimo, dos diarios regionales: Eikestadnuus y Sasolburg Bulletin.

          Bibliografía

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Carmelo Polino e María Eugenia Fazio
Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior (REDES), de Buenos Aires – Argentina.

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